UN NUEVO DIA
Despierta abre los ojos
y da gracias al Señor
por la vida
Mira el cielo y busca
la luz que necesitas
para iluminar tu día
Corre al espejo y dibuja
la sonrisa más bonita
la que necesitaras
para borrar esa lágrima
que pretenda asomarse
en tus pupilas.
Piensa y recuerda
la mirada de ese niño
y guarda en tu corazón
esa inmensa ternura
que desperto su mirada
Entona esa canción
la que te hacia soñar
la que te alegraba
cada vez que la escuchabas
Y por último no te olvides
debes estar atento
seguro habrá alguien
que caminará a tu lado
esperando tu sonrisa,
tu ternura,tus caricias
o simplemente tu silencio
para poder sonreir y
aferrarse a esas cosas
buenas de la vida
Me llamo Rosa. Vivo en la provincia de Entre Ríos; siempre senti una inclinación por la literatura. Hoy el tiempo me permite poder hacer lo que tanto anhele "escribir poesias"
miércoles, 8 de septiembre de 2010
EL VIAJE
EL VIAJE
A las 0y50 emprendimos el viaje tan esperado, después
de varias horas llegamos a la terminal donde debiamos
tomar el micro que nos llevaria al lugar deseado.
Las primeras luces del día nos anunciaba una jornada
explendida, a medida que nos alejabamos de la gran ciu
dad el paisaje iba cambiando y así nos fuimos metiendo
en un camino donde la majestuosidad de la naturaleza
era imponente.
De un lado la montaña fria, rígida pero embellecida
por pequeños hilos de agua y por restos de nieve que
habia quedado atrapada entre sus rocas porque el calor
del sol no la habia alcanzado,del otro lado el precipicio
profundo silencioso provocando esa terrible sensación de
miedo pero que a la vez te lleva a contemplar la belleza
de sus valles. El cielo estaba inmensamente azúl y en él
como bandera al viento el cóndor con sus alas abiertas so
brevolaba en círculos como advirtiendo su presencia para
impedir se acerquen a su hábitat. Queria guardar en mi re
tina tanta maravilla, bajabamos y subiamos como si estuvie
ramos jugando en un tobogan.
Así anduvimos hasta llegar a esa villa,pequeña,cruzada por
un río de aguas cristalinas.Una inmensa paz reinaba y una
briza dulce y suave nos acariciaba.El andar tranquilo de la
gente y los pocos vehículos que circulaban nos mostraba un
lugar apacible donde el privilegio de estar allí era para
los amantes de la naturaleza
A las 0y50 emprendimos el viaje tan esperado, después
de varias horas llegamos a la terminal donde debiamos
tomar el micro que nos llevaria al lugar deseado.
Las primeras luces del día nos anunciaba una jornada
explendida, a medida que nos alejabamos de la gran ciu
dad el paisaje iba cambiando y así nos fuimos metiendo
en un camino donde la majestuosidad de la naturaleza
era imponente.
De un lado la montaña fria, rígida pero embellecida
por pequeños hilos de agua y por restos de nieve que
habia quedado atrapada entre sus rocas porque el calor
del sol no la habia alcanzado,del otro lado el precipicio
profundo silencioso provocando esa terrible sensación de
miedo pero que a la vez te lleva a contemplar la belleza
de sus valles. El cielo estaba inmensamente azúl y en él
como bandera al viento el cóndor con sus alas abiertas so
brevolaba en círculos como advirtiendo su presencia para
impedir se acerquen a su hábitat. Queria guardar en mi re
tina tanta maravilla, bajabamos y subiamos como si estuvie
ramos jugando en un tobogan.
Así anduvimos hasta llegar a esa villa,pequeña,cruzada por
un río de aguas cristalinas.Una inmensa paz reinaba y una
briza dulce y suave nos acariciaba.El andar tranquilo de la
gente y los pocos vehículos que circulaban nos mostraba un
lugar apacible donde el privilegio de estar allí era para
los amantes de la naturaleza
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